Grupo de imagen corporal
El objetivo del grupo de imagen corporal es reconstruir el desarrollo de la imagen corporal de cada paciente, corregir las distorsiones de la imagen corporal y crear una experiencia del cuerpo más positiva.
El programa de tratamiento de la imagen corporal realizado integra aspectos de la expresión corporal, conceptos cognitivo-conductuales y contenidos que producen ansiedad a los pacientes con trastornos de la conducta alimentaria.
El Programa consta de 15 sesiones que se pueden agrupar en tres fases.
El cuerpo rechazado Mi cuerpo Aceptación de mi cuerpo
Esta secuencia refleja el camino a recorrer progresivamente, partiendo de la vivencia del cuerpo como lugar de insatisfacción y mero instrumento desde y sobre el cual ejercer control, hasta una mayor conciencia del mismo que posibilite su aceptación
A. Primera fase: el cuerpo rechazado
Objetivo general: En esta primera fase se intenta facilitar y ampliar la percepción general del cuerpo en su totalidad, constituyendo una primera aproximación a la conciencia corporal a través de ejercicios que permitan modificar el repertorio habitual de movimientos y generen sensaciones de relajación y bienestar.
En las cuatro sesiones de esta Fase se realizan tres tipos de ejercicios:
B. Segunda fase: Mi cuerpo
Objetivo general: En esta segunda fase se pretende facilitar una percepción más correcta de las zonas amenazantes y distorsionadas a través de ejercicios que partiendo de las propias dificultades potencien la motivación para participar en un amplio rango de sensaciones y movimientos. Dada la distorsión perceptiva de estos pacientes con respecto a ciertas zonas de su cuerpo, los ejercicios que se proponen implican exagerar esas distorsiones intensificando la expresión de las emociones subyacentes para desbloquearlas, y así posibilitar el cambio cognitivo que permita una percepción más adecuada de esas zonas.
En las cuatro sesiones de esta fase se realizan tres tipos de ejercicios:
C. Tercera fase: hacia la aceptación de mi cuerpo
Objetivo general: En esta tercera fase se pretende facilitar el cambio emocional y cognitivo que permita aceptar la Imagen Corporal celebrando sus peculiaridades a través de ejercicios que potencien sensaciones positivas desde la experiencia de jugar, movilizarse y bailar. En las cuatro sesiones de esta fase se realizan ejercicios que permiten profundizar en la percepción de sensaciones corporales en un ámbito estético y artístico donde la danza y el juego facilitan la aceptación de la realidad corporal como lugar donde es posible una vida amable y creativa.
Los ejercicios y juegos que se proponen se agrupan de la siguiente manera:
Paralelamente, y debido al posible aislamiento social del paciente a consecuencia de su con la imagen corporal intensa fobia a ser vistas "gordas", la mayoría necesitarán un tratamiento específico de dicha ansiedad. Como en cualquier otra fobia, la primera tarea será tomar de conciencia de las situaciones temidas que se han evitado: mirarse al espejo; salir a la calle; salir de la habitación; salir de día; entrar en tiendas y probadores; comprarse ropa; hacer deporte; ir a la piscina o al mar; salir con chicos; ir fiestas; Posteriormente habrá que tratar el miedo a verse o ser vista; aumentar la confianza en ella misma; y atenuar la incomunicación producida. Los miedos requieren, para su tratamiento, efectuar técnicas de manejo de ansiedad, tales como la desensibilización sistemática, la inoculación al estrés y la exposición, “en vivo”, a las diferentes situaciones temidas.
El objetivo del grupo de imagen corporal es reconstruir el desarrollo de la imagen corporal de cada paciente, corregir las distorsiones de la imagen corporal y crear una experiencia del cuerpo más positiva.
El programa de tratamiento de la imagen corporal realizado integra aspectos de la expresión corporal, conceptos cognitivo-conductuales y contenidos que producen ansiedad a los pacientes con trastornos de la conducta alimentaria.
El Programa consta de 15 sesiones que se pueden agrupar en tres fases.
El cuerpo rechazado Mi cuerpo Aceptación de mi cuerpo
Esta secuencia refleja el camino a recorrer progresivamente, partiendo de la vivencia del cuerpo como lugar de insatisfacción y mero instrumento desde y sobre el cual ejercer control, hasta una mayor conciencia del mismo que posibilite su aceptación
A. Primera fase: el cuerpo rechazado
Objetivo general: En esta primera fase se intenta facilitar y ampliar la percepción general del cuerpo en su totalidad, constituyendo una primera aproximación a la conciencia corporal a través de ejercicios que permitan modificar el repertorio habitual de movimientos y generen sensaciones de relajación y bienestar.
En las cuatro sesiones de esta Fase se realizan tres tipos de ejercicios:
- Trabajar con y desde las articulaciones, con objeto de dirigir la atención hacia zonas menos amenazantes y facilitar la percepción del cuerpo en el espacio.
- Experimentar distintas calidades de movimiento y energía, con el fin de procurar a través de estiramientos musculares la posibilidad de relajación y descanso.
- Registrar la experiencia de relajación por contacto para reducir la ansiedad ante la proximidad corporal del otro y facilitar posteriormente la posibilidad de establecer vínculos no amenazantes de cooperación.
B. Segunda fase: Mi cuerpo
Objetivo general: En esta segunda fase se pretende facilitar una percepción más correcta de las zonas amenazantes y distorsionadas a través de ejercicios que partiendo de las propias dificultades potencien la motivación para participar en un amplio rango de sensaciones y movimientos. Dada la distorsión perceptiva de estos pacientes con respecto a ciertas zonas de su cuerpo, los ejercicios que se proponen implican exagerar esas distorsiones intensificando la expresión de las emociones subyacentes para desbloquearlas, y así posibilitar el cambio cognitivo que permita una percepción más adecuada de esas zonas.
En las cuatro sesiones de esta fase se realizan tres tipos de ejercicios:
- Respiración con emisión de sonidos: con el fin de desbloquear el contenido emocional reprimido, en un contexto de juego donde no se penalizan las emociones negativas.
- Imitación de las conductas y sonidos de animales: para facilitar la intensificación de sus distorsiones, a través de la imagen de animales con los que se identifican.
- Relación y transformación de los distintos repertorios de movimiento: para posibilitar un cambio gradual que desde sensaciones kinestésicas permita pasar desde la percepción exagerada de las zonas amenazantes del cuerpo (tamaño, volumen etc) hasta una percepción “distinta” y más cercana a la realidad.
C. Tercera fase: hacia la aceptación de mi cuerpo
Objetivo general: En esta tercera fase se pretende facilitar el cambio emocional y cognitivo que permita aceptar la Imagen Corporal celebrando sus peculiaridades a través de ejercicios que potencien sensaciones positivas desde la experiencia de jugar, movilizarse y bailar. En las cuatro sesiones de esta fase se realizan ejercicios que permiten profundizar en la percepción de sensaciones corporales en un ámbito estético y artístico donde la danza y el juego facilitan la aceptación de la realidad corporal como lugar donde es posible una vida amable y creativa.
Los ejercicios y juegos que se proponen se agrupan de la siguiente manera:
- Corporización de estímulos sonoros: con el fin de estimular la espontaneidad de movimientos y la liberación de la estructura rígida y sincopada que caracteriza la expresión corporal de estos pacientes.
- Juegos de contacto corporal entre los miembros del grupo: Para reforzar “la relación con el otro” que se ha trabajado a lo largo de todo el programa, y para facilitar la posibilidad de comunicación verdadera y cooperativa.
- Ejercicios de exposición a su Imagen Corporal a través de juegos que implican “relación con su verdad”: Para facilitar, reforzar y celebrar la aceptación de esa imagen corporal.
Paralelamente, y debido al posible aislamiento social del paciente a consecuencia de su con la imagen corporal intensa fobia a ser vistas "gordas", la mayoría necesitarán un tratamiento específico de dicha ansiedad. Como en cualquier otra fobia, la primera tarea será tomar de conciencia de las situaciones temidas que se han evitado: mirarse al espejo; salir a la calle; salir de la habitación; salir de día; entrar en tiendas y probadores; comprarse ropa; hacer deporte; ir a la piscina o al mar; salir con chicos; ir fiestas; Posteriormente habrá que tratar el miedo a verse o ser vista; aumentar la confianza en ella misma; y atenuar la incomunicación producida. Los miedos requieren, para su tratamiento, efectuar técnicas de manejo de ansiedad, tales como la desensibilización sistemática, la inoculación al estrés y la exposición, “en vivo”, a las diferentes situaciones temidas.